lunes, 25 de agosto de 2008

Tortugas



Las tortugas forman parte del orden de los reptiles (Sauropsida) caracterizados por tener un tronco ancho y corto, y un caparazón o envoltura que protege los órganos internos de su cuerpo. De su caparazón salen, por delante, la cabeza y las patas anteriores, y por detrás, las patas posteriores y la cola. La característica más importante del esqueleto de las tortugas es que una gran parte de su columna vertebral está soldada a la parte dorsal del caparazón. El esqueleto hace que la respiración sea imposible por movimiento de la caja torácica, y se lleva a cabo, principalmente, por la acción de las extremidades. Aunque carecen de dientes , tienen un pico córneo que recubre su mandíbula, parecido al pico de las aves. La reproducción es ovípara y la incubación se realiza en nidos que ellas mismas excavan en la tierra, en donde el calor necesario es aportado por irradiación solar.


Es proverbial la extrema longevidad de las tortugas. Diversas especies pueden llegar a vivir 150 años o más. Hay tortugas de hábitat terrestre, marino y de agua dulce. También existen gran cantidad de especies con hábitats semi-acuáticos: pasan una parte del tiempo en tierra firme y otra parte en agua dulce. Las de hábitat terrestre presentan dedos libres, mientras que las de los hábitats acuáticos tienen las extremidades transformadas en aletas o bien los dedos unidos por una membrana. Existen muchas opciones en cuanto al espacio en donde pueden ubicarse nuestras tortugas. Opciones que van desde una clásica casa de tortugas redonda, ovalada o en forma de riñón con adornos y colores atractivos, hasta peceras que pueden llegar a ser ecosistemas naturales donde nuestras tortugas se sientan comodas. Será nuestro gusto, paciencia y disponibilidad lo que nos hará decidirnos entre diferentes habitats disponibles para las tortugas.

Tortugas actuáticas

Los tortugueros pequeños (redondos, ovalados, etc...) tienen la limitante de que tan solo pueden albergar dos o tres tortugas. De inicio, tan solo necesitaremos un poco de grava, agua, un acondicionador para eliminar el cloro de ésta y un calcio de tortuga para evitar que su concha se ablande. Sin embargo, para quienes preferimos que nuestras tortugas tengan un hábitat mas grande, se podrán utilizar peceras de vidrio, de 20, 50 o hasta 100 litros de capacidad, dependiendo del tamaño y cantidad de tortugas. Hay que recordar que una de las variantes para su crecimiento es la cantidad de espacio del que dispongan. Puedan decorarse con maderas, grava y piedras de tal manera que las tortugas puedan salir a la superficie. A este tortuguero es conveniente instalarle un filtro (de preferencia interno) que ayude a mantener limpia el agua, para que no la tengamos que estar cambiando tan frecuentemente. Este puede ser de los utilizados para los peces y es de caracter opcional. Ninguna tortuga de agua común es totalmente acuática, por lo que deben tener salida a la superficie. Realmente solo necesitan cantidad de agua suficiente para mantenerse humedas, evitando que su piel se reseque.

Tortugas terrestres

El alojamiento para las tortugas terrestres consiste casi siempre en zonas mas o menos secas, se les debe acondicionar un terrario de preferencia en el jardín, donde las tortugas comerán hierbas y tomaran el sol, sin embargo es recomendable que también haya otro espacio con sombra, pues les gusta resguardarse del sol de vez en cuando. Para construir su terrario se pueden utilizar cajas de madera y refugios con piedras lisas, asegurándose que estén colocadas firmemente y que no sean muy altas para que las tortugas no se caigan.

El material del suelo del terrario no debe ser arena o tierra muy fina ya que el animal lo esparcirá en sus patas, cabeza y ojos. Los mejores materiales para este fin son las virutas de madera y la gravilla, donde la tortuga puede excavar e introducirse sin hacerse daño.

Se recomienda mantener algunas plantas alejadas de ellas, como los cactus lisos, plantas suculentas y aloes, ya que pueden resultar apetecibles para nuestra tortuga y causar algunos disgustos. Tenga siempre recipientes de agua potable que no sean hondos ni estrechos y que sean pesados para que no puedan volcarlo.

Alimentación

La mayoría de las tortugas se mantienen fácilmente en cautiverio y aceptan una amplia variedad de alimentos preparados especialmente para ellas. Un ejemplo son los pequeños camaroncitos, las larvas de mosquitos, o los pequeños churritos “pellets”, todos ellos generalmente son aceptados con agrado. Es conveniente variarles con estas opciones su alimentación para evitar su aburrimiento, también con gusto aceptan el alimento vivo como la artemia y los charales, por lo que una o dos veces por semana que los consuman será beneficioso para su dieta. No alimentar en exceso ya que el agua se ensucia demasiado, debemos dar lo que consumen en dos minutos. Si espolvoreamos de vez en cuando vitaminas en su comida tendrán una dieta balanceada, sobre todo si son tortugas en crecimiento.

Calcio

El calcio y el fósforo son elementos importantes para las tortugas ya que éstas están constituidas principalmente por un caparazón, o sea por un hueso compuesto básicamente de calcio y fósforo, por lo que sobre todo a los ejemplares jóvenes que se encuentran en desarrollo, se les debe proporcionar calcio. El calcio existe comercialmente y se vende en bloquecitos que se ponen en el agua de la tortuga ayudando a que su caparazón no se ablande.


Higiene

Es importante tener una buena higiene con nuestras tortugas por ellas y por nosotros mismos, ya que además de preservar la limpieza, las actividades rutinarias de higiene y alimentación que realizamos, son parte de la convivencia con nuestras tortugas y de su conocimiento. No debemos mantener tortugas y peces en un mismo tanque ya que sus necesidades son distintas, las tortugas utilizan el nivel del agua mas bajo que los peces, requieren de salida a la superficie, además de que defecan mucho y ensucian el agua, las cuales no son las condiciones ideales para los peces; también si tienes mas de una especie tortuga mantenlas separadas por especies.
Las tortugas acuáticas usan su comida de forma poco eficiente y parecen estar produciendo heces constantemente, las cuales deberán limpiarse una vez al día. Si contamos con tortugueros pequeños, procuremos cambiar el agua diariamente en este tipo de hábitat para evitar el mal olor. Si contamos con un tortuguero mas grande que tenga algún tipo de filtro, éste hará parte del trabajo por nosotros limpiando el agua, aunque cuando consideremos necesario debemos realizar un cambio de agua y limpieza de la pecera.

Algunos consejos para cuidar a tu tortuga:

Cambiar el agua por lo menos una vez cada dos días (diario recomendado) no olvide el anti-cloro con cada cambio de agua, o los ojos de las tortugas resultaran severamente irritadas por la acción del cloro contenido en el agua del grifo.

Colocar 3 cm de agua y agregar 1 gota de anti-cloro. (tiosulfato de sodio)

Alimentar dos veces al día (tres camarones cada vez, o lo que puedan consumir en el lapso de un minuto) la sobre-alimentación no afecta a las tortugas de forma negativa de manera directa, pero el resto de comida "sin" consumir podría crear caldos de cultivos que fácilmente afectarían las mucosas de estas, trayendo como consecuencia infecciones indeseadas.

Reemplazar el calcio cada vez que se consuma. Los bloques de calcio de venta en establecimientos de mascotas, están formulados para disolverse fácilmente en el agua, liberando calcio, claro esta !!! pero aparte de esto aporta también, minerales trazos, vitaminas y estabilizadores para el PH del agua. Debemos recordar que, para facilitar la fijación de estos minerales, debemos proporcionar baños de Sol por lo menos una o dos veces a la semana, Ya que las luz del sol es la principal activadora de la vitamina D que es la que se encarga de fijar el calcio.




No hay comentarios: